En este caso elegimos Bolbaite y Los Charcos de Quesa. Son Parajes Naturales que se encuentran a tan solo unos kilómetros de nuestra ciudad así que nos dirigimos con nuestra mochila llena de comida y bebida para pasar el día en estos tan preciosos y refrescantes lugares.
La primera parada la hicimos en Bolbaite, aquí una de las imágenes, ¿verdad que dan ganas de tirarse un chapuzón?
Llegamos impacientes por probar esas aguas naturales y lo primero que nos encontramos es que teníamos que pagar. Si, un hombre de mediana edad nos esperaba con una mesa de madera plegable y una sombrilla a la entrada del lugar. El precio del ticket es de 3€ por lo que decidimos que ya que estábamos allí íbamos a probar, ¿y porque no?
Empezamos a bajar una escaleras algo desechas y viejas, que nos llevaron directos a unos lagos rodeados de unas pequeñas montañas. El lugar estaba bien de gente, no era agobiante, ni desolador... así que nos dirigimos a probar esas aguas tan llamativas. Ya con nuestros bañadores nos introducimos en el primer lago que es el que se ve en la fotografía de la entrada, al introducir los pies desde la paretilla que se a mano izquierda tuvimos un ¡¡¡¡ataque de peces en nuestros pies!!!! tal fue la impresión que retiramos los pies que cosquillas... A pesar de estar lleno de peces nos tiramos al lago y en la parte más honda no habían tantos peces, y ademas vimos que unos chicos y chicas de unos 20 años saltaban desde una roca que no tenia mucha altura... ¡¡allá que nos fuimos!! 1 2 y 3... bueno bien... nada que temer, no es gran cosa.
Decidimos indagar por el lugar buscando más sitios donde bañarnos en este paraje... encontramos varios lagos pequeños pero sus aguas estaban muy mohosas y verdes, ademas desprendían un olor algo fétido... no había llovido y las aguas estaban estancadas.
Viendo que no íbamos a ir a ningún lugar mas que el lago el cual ya habíamos probado, y con la gente que había en el lugar, mucha variedad eso si, decidimos emprender una nueva búsqueda.
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